martes, 18 de octubre de 2011

Las 3 leyes universales.

Las leyes universales son lo principal que se debe conocer, comprender y aplicar para poder entender la vida. Debemos saber, antes de mencionar las leyes, que la magia en realidad es el conocimiento de la vida, de cómo funciona el universo y todo lo que lo conforma. 

La ley del LIBRE ALBEDRÍO consiste en la libertad de obrar como uno lo desee. Es el más grande regalo que Dios nos dio, pero muy pocos entienden hasta donde llega esta ley.

Si entendemos que muchos criticamos y juzgamos como obran las personas que tienen diferentes culturas, religiones o normas morales podemos observar que no la entendemos, ya que no nos damos cuenta que la otra persona tiene el libre albedrío de hacer lo que su conciencia les indique, incluso lo que esta penado por la ley humana, como el dañar a otras personas o a si mismos.
Como respeto al libre albedrío esta también en que no debemos quitarle a otros su derecho a elegir, así como ellos no deben quitarnos el nuestro, pues vulnerarían esta ley universal; incluso evitar que cometamos un error pues es parte de la evolución humana. Cada uno elije como evolucionará y que tan rápido según sus decisiones.

Una vez que entendemos completamente como funciona esta ley del libre albedrío, debemos obrar en consecuencia, lo que nos haría la vida mucho más llevadera con nuestro entorno ya que muchos problemas se originan debido a que no respetamos la libertad que otros ejercen sobre su vida. Esta ley entendida en su máxima expresión nos llevaría por ejemplo a no quejarnos por lo que otros nos hacen y no pretender controlar todo a nuestro alrededor; y de esta forma no generarnos conflictos.

La ley de la EQUIVALENCIA, que significa que toda acción tiene una consecuente reacción.

Imaginemos que arrojamos una piedra a un lago calmo, la piedra causaría ondas que pueden afectar a todo el entorno expandiéndose cada vez más. Toda acción que realicemos afectará en mayor o menor medida a otros seres a nuestro alrededor, en especial a nosotros mismos pues es ley universal que el cosmos devolverá lo que nosotros damos, equivalente al daño causado o al bien realizado. Todo acto repercutirá en nosotros de alguna forma u otra, ya sea que lo sepamos o no, incluso puede afectar a nuestros padres o nuestros hijos; siendo esto recibido en cualquier momento. Quiero hacer una anotación aquí con respecto a esta ley y el Karma. Ningún acto que nosotros realicemos en cualquier encarnación nos puede generar un karma; más si afectaría al karma pues la acción puede significar que nosotros entendimos y aprendimos como superar el karma y por consiguiente ese acto sería el dharma o que no aprendamos la lección y ese karma deba ser aprendido en otra encarnación.

Por último la tercera: La ley de la EVOLUCIÓN.

Esta ley indica que siempre se evoluciona, mutamos, cambiamos siempre positivamente pues no existe involución, no existe retroceso; incluso cuando nos equivocamos evolucionamos pues aprendemos más de los errores que de los aciertos. Siempre la evolución nos marca una mejoría, siempre es para avanzar, cual circulo sin fin hacia lo que nos dio vida. La evolución no es otra cosa que el camino que recorremos para aplicar todo conocimiento y tornarlo en sabiduría. Una vez que ese camino de evolución se complete es que llegamos al inicio de todo, a Dios (en sus diferentes nombres). El Karma es la herramienta del universo que nos dice que es lo que debemos aprender en la vida, y así, en las siguientes encarnaciones.

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