viernes, 11 de noviembre de 2011

Historia de la Orden de Anubis

Su origen se remonta al de las antiguas escuelas de los misterios de Egipto, donde se reunían los místicos más prominentes de la época, los llamados iluminados.

La escuela que más destacaba en la época fue la de adoración a Osiris, cuya práctica era ritualística y los conocimientos se difundían en forma de obras teatrales a la que sólo asistían personas que reunían ciertos requisitos, al avanzar en el entendimiento de las enseñanzas, las prácticas se hicieron más iniciáticas. Sus trabajos místicos tomaron entonces un carácter más hermético, llevándose a cabo exclusivamente en los numerosos templos construidos para ese fin. 

Para llegar a ser un iniciado en los misterios egipcios, el postulante debía recorrer un camino largo de preparación, el postulante o neófito debería adquirir cierto conocimiento para que sea considerado preparado para convertirse en un iniciado, el ritual de iniciación era fundamentado en simular su muerte en forma simbólica. Entraban en un sarcófago y se mantenían en un estado especial de consciencia alterada por procedimientos místicos, debía lograr un desdoblamiento momentáneo entre su cuerpo y su alma. La experiencia tenía como finalidad demostrar la naturaleza dual del ser humano. Cuando se experimenta ese estado se entra en el conocimiento de nuestra parte divina, solo así se podía dar inicio al verdadero estudio de los antiguos misterios egipcios.

Después de la iniciación se hacia un juramento de no revelar lo que había ocurrido durante la ceremonia de iniciación y de consagrar toda su existencia al misticismo, así empezaba el entrenamiento y capacitación en estudios más elevados.

En la época del faraón Thutmosis III, (1504-1447 A.C.), existían muchas escuelas de los misterios, siendo El un iniciado y al llegar al trono de Egipto convirtiéndose en Faraón unificó todas las escuelas. Al haber adquirido gran conocimiento, debido a su inteligencia y sabiduría fue elegido Gran Maestro, convirtiéndose en el primer gran maestro de la Hermandad de la Esfinge conservando este cargo hasta su muerte. 

Tiempo después, un poco más de medio siglo el joven Amenhotep IV que llego a ser faraón después de Thutmosis III, admitido en la orden la hermandad de la esfinge a muy temprana edad, convirtiéndose en el segundo gran maestro de la orden, fue quien reestructuró las ordenanzas de la orden y unificó la creencia de un único Dios instaurando el monoteísmo.

Propició una revolución intelectual que provocó un cambio en la religión, el arte y la cultura, dedicó su existencia a luchar contra la ignorancia y fundo paralelamente a la hermandad de la esfinge la orden de Anubis dedicada exclusivamente a impartir conocimiento y luchar contra la superstición preparando a los neófitos que buscaban el camino de la iniciación en la hermandad de la esfinge. 

Desde su creación la hermandad de la sfinge y la orden de Anubis caminaron de la mano extendiendo sus actividades desde Egipto a Grecia en los años 580 A.C. aprox., después pasó a Roma en el 210 A.C. aprox. y de ahí a casi toda Europa donde se les conocieron como alquimistas, la cultura de la época y la falta de libertad ideológica hizo que sus actividades fueran secretas manteniéndose en el hermetismo total, pero desde su creación y hasta la actualidad no han cesado sus actividades.

En Europa en el año 1615 surge como institución la orden Rosacruz, cuyo nombre real es La Antigua y Mística Orden de la Rosa Roja y La Cruz Aurea, siendo depositaria y heredera de todos los manuscritos, investigación y conocimientos legados por la antigua hermandad de la esfinge.

En 1694, llegaron a EEUU de América estableciéndose en Filadelfia. Fundando en el nuevo mundo la primera cede de la orden Rosacruz y la orden de Anubis. Es en 1939 donde se separan estas dos órdenes, aunque siempre están relacionadas, la orden Rosacruz difunde su conocimiento sobre el dominio de la vida y la orden de Anubis dedica sus actividades al estudio e investigación de filosofías y religiones antiguas. 

A partir del momento de separación la orden de Anubis expande su funcionamiento por toda América, dedicando sus acciones a fortalecer las diferentes filosofías y religiones, esta orden es de carácter completamente hermético, no busca afiliaciones ni adeptos, solo se puede llegar a esta orden por invitación de algunos iniciados de determinado grado o por estudiantes serios que buscan conocimiento.

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