miércoles, 16 de noviembre de 2011

Los 13 principios de la creencia (1974)

Nos parece interesante resaltar esta publicación pues nos demuestra el deseo de vivir y comulgar en unidad con la naturaleza, un concepto muy antiguo y que se manifiesta de forma presencial en este texto.

En abril de 1974, un grupo de paganos de diferentes tradiciones llamado Consejo* Americano de Brujos (American Council of Witches) se reunió en Minneapolis, Minnesota, para discutir los fundamentos básicos de las creencias neopaganas que en aquel momento se daban en Norteamérica. Entre ellos se encontraban figuras del Neopaganismo como Isaac Bonewits, Gavin Frost, Oberon Zell-Ravenheart y Carl Llewellyn Weschcke (actual presidente de la editorial estadounidense Llewellyn Worldwide), quien presidió el evento. Durante tres días discutieron sobre las bases de la creencia de todos aquellos que habían acudido al evento, obteniendo como resultado los famosos 13 principios de la creencia que ahora se pueden encontrar en páginas web y libros de temática wiccana.
Los 13 principios no son mandamientos ni reglas morales. Su fin último era dejar claro a la sociedad norteamericana de la época qué eran los Neopaganos y eliminar gran parte de la desinformación existente sobre estas corrientes religiosas. Asimismo, no se realizó conforme a una jerarquía, sino que todos los asistentes opinaron y aportaron desde su punto de vista, y su organización fue igualitaria en todos los sentidos.

A pesar de que los trece principios fueran utilizados más adelante como base para el reconocimiento del Neopaganismo (y más concretamente la Wicca) dentro del ejército de Estados Unidos, el Consejo Americano de Brujos se disolvió un año después por diferencias internas. No obstante, nos ha dejado el legado de estos principios que sirven no sólo al wiccano de hoy, sino que ayudó y sigue ayudando al conocimiento de las religiones neopaganas desde hace casi 40 años.

Los 13 principios

1. Practicamos ritos para armonizarnos con el ritmo natural de las fuerzas de la vida, que son marcadas por las fases de la luna, los solsticios, equinoccios y mitades de las estaciones.

2. Reconocemos que nuestra inteligencia nos otorga una responsabilidad especial sobre nuestro entorno. Buscamos vivir en armonía con la naturaleza, en un equilibrio ecológico que nos ofrezca tanto auto-realización como concienciación, dentro de una concepción evolutiva.

3. Reconocemos que existe un poder mucho mayor que el que posee la persona media. Debido a que es mucho mayor de lo habitual, a veces se le llama “Sobrenatural”, pero nosotros lo concebimos como algo dentro de cada uno que es naturalmente potencial en todas las personas.

4. Concebimos el poder creador del universo como algo que se manifiesta en las polaridades masculinas y femeninas, y que este mismo poder creador se encuentra en todas las personas, y funciona a través de la interacción de lo masculino y lo femenino. No ponemos uno por encima del otro, sabiendo que ambos se complementan. Valoramos el sexo como placer, como símbolo y creación de vida, así como es una de las fuentes de energía usadas en la práctica mágica y en el culto religioso.

5. Reconocemos tanto los mundos externos como internos (psicológicos), también llamados mundos espirituales, el subconsciente colectivo, los planos internos, etc, y vemos en la interacción de estas dos dimensiones la base de los fenómenos paranormales y los ejercicios mágicos. No ponemos una dimensión sobre la otra, siendo ambas necesarias para nuestra auto-realización.

6. No reconocemos una jerarquía autoritaria, pero honramos a aquéllos que enseñan, respetamos a los que comparten su mayor conocimiento y sabiduría, y reconocemos a aquéllos que se han ofrecido valientemente para el liderazgo de la comunidad.

7. Vemos la religión, la magia y la sabiduría de manera unificada en la percepción que del mundo tiene el individuo y de cómo lo vive, una filosofía y una visión del mundo que identificamos como brujería, a la manera wiccana.

8. Llamarse “brujo/a” no le hace a uno brujo/a, pero tampoco lo hace la herencia, ni la colección de títulos, grados o iniciaciones. Un/a brujo/a busca controlar las fuerzas dentro de sí mismo/a para hacer posible el vivir la vida sabiamente y sin dañar a otros, y en armonía con la naturaleza.

9. Creemos en la afirmación y la realización vital en contínua evolución y desarrollo de la conciencia, lo que le da sentido al universo conocido y a nuestro papel personal dentro de él.

10. Nuestra única animosidad hacia la Cristiandad o cualquier otra religión o filosofía de vida, es debido a que estas instituciones se han proclamado “el único camino” y han buscado la negación de la libertad de los demás y suprimir otras formas de práctica y creencia religiosa.

11. Como brujos/as americanos/as, no nos sentimos amenazados por los debates sobre la historia del Arte, los orígenes de determinados términos, los orígenes de aspectos variados de diferentes tradiciones. Nos preocupamos de nuestro presente y nuestro futuro.

12. No aceptamos el concepto del mal absoluto, ni rendimos culto a ninguna entidad denominada “Satán” o “El Diablo” , como se define por la tradición Cristiana. No buscamos poder en el sufrimiento de otros, ni aceptamos que el beneficio personal pueda ser obtenido a través de la negación del beneficio de otra persona.

13. Creemos que deberíamos buscar en la naturaleza lo que contribuya a nuestra salud y bienestar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario