domingo, 8 de enero de 2012

La fe mueve montañas.

FE. Una palabra muy pequeña para algo tan grande, como el refrán: La FE mueve montañas. Este axioma es tan real como la fe que tengamos dentro de nosotros, en lo que creamos, sin importar la cultura que tengamos o la religión que profesemos. Tengo muy pocos años en la magia, menos aun, ya que son sólo algunos meses, escribiendo este pequeño blog, y lo único que puedo decir sobre la fe es que es la fuerza más grande existente aparte del amor universal que es aquel que mueve al universo.

La fe puede destruir el miedo y en realidad es lo único que lo puede hacer, la fe en nosotros mismos y nuestras capacidades como seres humanos. La fe es confianza, creer en algo incluso cuando no podemos verlo. A menudo leo mensajes donde las personas piden ayuda, personas que a diario caminan el sendero que escogieron y sin importar si reciben esa ayuda solicitada o no, siguen andando el camino pues con el tiempo aprenden que lo que vivieron les trajo una fuerza inusitada, los fortalece. Las personas a las cuales piden ayuda no son perfectas aunque hagan el mayor esfuerzo por ayudar, por eso siempre y digo SIEMPRE son las personas que piden ayuda, quienes con la fuerza de sus piernas andan el camino y encuentran las salidas disponibles, pues quien pide ayuda siempre la recibirá. Sin importar de quien venga, el universo conspira a favor de quienes siguen caminando, a pesar de las caídas pues, debemos aceptarlo, es común que caigamos incluso por nuestras propias debilidades como seres humanos, pero aprendemos a levantarnos y a seguir pues querámoslo o no somos siempre responsables por nosotros.

El camino que seguimos es aquel que escogimos para aprender, de forma conciente no sabemos porque nos suceden las cosas que nos pasan pero cada circunstancia esta ahí como una oportunidad. El otro día leyendo un libro de Isabel Allende registre esta frase: La palabra en japones para crisis esta formada por los caracteres peligro y oportunidad. Eso significa que en realidad, para mi, que nos ponemos en crisis para aprender a usar las oportunidades que tenemos para salir a flote, pero para lograrlo debemos recurrir a la fuerza más grande disponible: la fe.

La fe mueve montañas pero solo si confiamos que podemos hacerlo. En la magia aprendí que no podemos dudar de nada de lo que hacemos, en el momento de duda la fuerza que enviamos al universo para alcanzar la meta se debilita, incluso se desvanece. Nunca, bajo ninguna circunstancia, y esto es difícil, debemos dudar de lo que hacemos con seguridad. Si uno tiene fe, no importa si parece un fracaso al inicio, siempre triunfaremos. Recuerden que la vida es graciosa, imaginemos que perseguimos algo que siempre se nos escapa de las manos, si nos detenemos a lamentarnos quizás nunca podamos ver que ese algo puede estar descansando de tanto correr justo al dar la vuelta a la esquina.

En la vida podemos pasar por fases difíciles, es imposible que no las vivamos pues para eso estamos aquí, pero siempre encontraremos la fuerza que necesitamos en nosotros mismos, quizás busquemos ayuda pero sólo nos la otorgarán si realmente seguimos confiando en nosotros mismos. Nadie nos cargará hasta la linea de meta, lo debemos hacer nosotros. Una vez escuché a una persona decirme que los demás sólo pueden hacernos observar que tan fuertes somos, nos darán palabras de aliento pues seamos francos para reconocer que esas palabras sirven de mucho, nos iluminarán el camino para ver donde pisar cuando estemos caídos pues muchas veces necesitaremos ver donde esta nuestra piedra de apoyo para levantarnos, pero el trabajo de levantarnos lo debemos hacer nosotros.

A través de los días, observo a personas que ponen en duda la fe de las personas, cual competencia de quien tiene el verdadero camino, la verdad absoluta sobre todas las cosas y lo observo con pena pues ellos son los que con mas fuerza buscan algo en que creer pues necesitan convencerse a si mismos que están en el camino correcto. En ese momento demuestran el miedo que tienen de haberse equivocado, criticando a otros y buscando la forma de hacerlos dudar, la verdad para mi es, que si creemos en algo realmente, no podemos equivocarnos pues nos llevará al lugar adecuado. Toda religión es sagrada, sin importar cuales sean sus fundamentos ideológicos, pues la fe que depositamos en ella nos llevará a mejores lugares, nos enseñará a ser mejores personas.

Todas las religiones se basan en alcanzar lo divino, nadie tiene la verdad absoluta y por tanto nadie tiene suficientes fundamentos para decirnos que la religión que tenemos es menos verdadera que las otras pues seamos sinceros, todas las religiones están basadas sobre los mismos fundamentos pues todas parten del mismo lugar. Todos tenemos el derecho de luchar por lo que creemos pues casi toda nuestra existencia se basa en algo que nos explica hacia donde vamos, quienes somos y porqué estamos aquí. Todo camino es válido pues tenemos el libre albedrío para escoger cual seguimos. Mientras seamos felices en el camino seguido, ¿habría alguien con la fuerza de convencernos de lo contrario?

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