miércoles, 28 de diciembre de 2011

La decisión de cambiar uno mismo.

Decisión se define como la determinación sobre algo dudoso, también es la elección entre dos o más opciones. Sea como lo veamos, para mi, la palabra decisión tiene un significado que va más allá de la definición, tiene un significado según lo que la magia me ha enseñado por experiencia durante mi vida.

Conversando con una persona que deseaba cambiar algunos patrones de conducta, me narraba la lucha que libraba contra si mismo y como buscaba persuadirse a cambiar, dándose razones porque hacerlo. Ante eso decidí preguntarle ¿qué prefieres: luchar por lograr el cambio o lograr el cambio? 

La palabra decisión para mi es un acto que cambia la vida, es desear con todas las fuerzas el lograr el cambio que nos propongamos y decidir hacerlo sin observar lo que se ponga en nuestro camino. Esto no se trata de luchar, pues quien lucha tiene la opción siempre de perder en el proceso. Luchar significa conflicto, guerra, batalla, pelea, sufrimiento y por consiguiente esfuerzo. Sólo se esfuerza el que no desea cambiar y por tanto sufre en el cambio. El que decide hacerlo no ve sufrimiento o lucha en ello porque entiende que lo desea. Si uno lucha, es consigo mismo y ¿por qué luchar si realmente se desea cambiar?

La decisión esta fundamentada en el deseo, ese deseo es el combustible que usaremos para que nuestra decisión cambie nuestra vida en el mismo segundo de haberla tomado. Una decisión debe ser determinante y hecha con seguridad. No se trata de luchar pues damos sobre entendido al tomar la decisión, que hemos vencido. No se trata de esperar al cambio pues no es paulatino, es determinar que el momento del cambio es en ese segundo decisivo, en el segundo mismo que nosotros lo deseamos. El resto es sólo adaptación al cambio.

Es importante entender que posiblemente hayan tropiezos y que durante el camino de adaptación nos topemos con problemas, aquellas circunstancias que nos pusimos en el camino para fortalecernos. Para eso me enseñaron algo que me sirve siempre, aunque para algunos suena simplista: En el camino a tu meta debes observar el objetivo al cual te diriges, no las piedras en el camino. Las piedritas nos provocan tropiezos, pero nada ni nadie debe controlar nuestra vida, menos aun deben ser tomados como excusas para caer.

Es lógico que si deseamos obtener algo, siempre habrán obstáculos, pero si ponemos demasiado énfasis en las dificultades, será como si observemos dichas piedras como LA roca enorme y no como una piedra mas. Cuando nos enfocamos en la meta, dichas circunstancias se presentan con menos frecuencia e intensidad ya que al estar bien enfocados, no nos importa tanto lo que debamos hacer para conseguirlo. Esa determinación sólo la trae la fuerza del deseo al momento de tomar la decisión de cambiar.

Para los que piensan que uno no puede cambiar en una sola decisión: CONFIEN EN SU CAPACIDAD. Nadie dice que es el final del camino, siempre habrán más decisiones que tomar, pero si realmente desean algo, esa primera decisión les otorgará lo que desean. Recuerden que el peor enemigo de uno mismo se encuentra en nuestro interior.

No hay comentarios:

Publicar un comentario